¡Luce una bonita sonrisa en verano!

En verano, los cambios de hábitos y las actividades al aire libre pueden afectar a la salud de nuestros dientes. Te ofrecemos seis consejos para cuidar tu boca también en vacaciones. 

  1. No descuides tus hábitos de higiene: sé incluso más rigurosa que durante el resto del año. Las altas temperaturas favorecen la proliferación de los microorganismos también en nuestra boca. Además, el contacto con el cloro de las piscinas favorece la acumulación de sarro y daña nuestras encías.
  2. Aprovecha el descanso laboral y escolar para organizar una cita con tu dentista de confianza «en familia». Esto ayudará a que tus hijos vivan con naturalidad las revisiones periódicas con el dentista y sigan tu ejemplo. Su futura salud oral depende de pequeños gestos como éste.
  3. Ten precaución con las actividades al aire libre: el sol ayuda a fijar el calcio a nuestros huesos, pero las actividades al aire libre hacen que, en verano, aumenten de forma significativa los traumatismos en los dientes.No olvides que es fundamental acudir a un odontólogo dentro de las dos primeras horas, especialmente, si se ha roto total o parcialmente un diente o una muela, para intentar minimizar los daños y recuperar, si es posible, el diente.
  4. El calor y las actividades al aire libre favorecen la deshidratación. La falta de agua en nuestro organismo reduce la producción de saliva, por lo que la boca pierde su acción protectora frente a las bacterias. Hidrátate bebiendo agua de forma regular, aunque no tengas sed (ésta es la primera señal de que el proceso de deshidratación ha empezado). Evita el consumo de refrescos y zumos azucarados, así como los aperitivos industriales: favorecen la caries y la erosión del esmalte.
  5. Mantén una dieta rica en frutas y hortalizas frescas. La gran variedad de frutas de temporada que ofrece esta época del año es una oportunidad única para mejorar el aporte de antioxidantes a nuestro organismo, algo que solemos descuidar el resto del año. Además, es una sabrosa forma de hidratación natural, aunque no debes olvidar que los zumos de cítricos hay que beberlos con ayuda de una pajita, con el fin de evitar la desmineralización de nuestros dientes.
  6. Reduce el consumo de helados y de bebidas excesivamente frías: las elevadas temperaturas en contraste con el frío de los helados, de los granizados, etc., favorece una reacción de nuestros dientes que conocemos como «sensibilidad dental», y que no es otra cosa que la forma en la que nuestra boca nos avisa de que está sufriendo por estos contrastes de temperatura.