El calor y el buen tiempo invitan a tomar un mayor número de bebidas azucaradas, bebidas alcohólicas e, incluso, a fumar más. Si no respetamos y cuidamos nuestra dentadura, el verano nos puede pasar factura.
Y esa factura se transforma en incremento de la placa bacteriana, problemas de gingivitis, lesiones e inflamaciones en las encías y, sobre todo, las temidas caries.
¿Qué debemos y podemos hacer para evitarlo? En general, mantener los buenos hábitos de limpieza y una buena hidratación. Pero más concretamente, te recomendamos:
1.- Seguir con el cepillado de nuestros dientes, al menos, tres veces al día (aunque deberíamos hacerlo cada vez que comemos).
2.-El cepillado no es suficiente. Debemos además utilizar el cepillo interdental y la seda dental para conseguir sacar los restos de comida que se quedan entre las piezas. Hacemos cepillados muy rápidos y olvidamos que entre los dientes también se queda comida y hay que saber sacarla.3.-Usar un colutorio o enjuague bucal con flúor. Los recomendados para niños son buenos tanto para ellos como para los adultos.
4.-Beber agua en cantidad. La falta de una hidratación adecuada (se recomiendan dos litros diarios de agua) puede implicar un aumento de la placa bacteriana e incluso problemas de inflamación de encías así como de creación de caries (azúcar).
5.-Moderar la ingesta de bebidas carbonatadas, ácidas, azucaradas y alcohólicas sin olvidar limpiar los dientes a conciencia tras su ingesta.