Alimentación y salud dental, una relación que va en ambos sentidos

El Consejo General de Dentistas presenta su campaña «Salud oral y nutrición»

Tener una buena dentadura es vital para poder comer correctamente. Pero también sucede al revés: la nutrición repercute en la salud oral, para mal –ya saben, los dulces, las caries…– pero también para bien, pues una adecuada ingesta promueve una boca sana, y esta parte es, quizás, la menos conocida.

Para fomentar hábitos saludables y concienciar a la población general sobre la importancia que tiene la alimentación en la salud bucodental el Consejo General de Dentistas (CGD) presentó su campaña «Salud oral y nutrición», en colaboración con la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC).

Tal y como señaló el doctor Óscar Castro Reino, presidente del CGD, la alimentación desempeña «un papel crucial» en la prevención de enfermedades bucodentales y en el mantenimiento de una buena salud oral, por lo que seguir una dieta sana y equilibrada nos va a ayudar a mantener una boca en óptimas condiciones en todas las etapas de la vida.

En la campaña se han inscrito 1.100 dentistas, una colaboración es esencial para transmitir a los pacientes los beneficios que tiene una alimentación adecuada en la salud bucodental. «Con esta iniciativa reiteramos nuestro compromiso con la promoción de hábitos saludables, para que de esta forma podamos, sinérgicamente, alcanzar una buena salud general y oral», aseguró el Dr. Castro Reino. El acto sirvió también para dar a conocer la creación de la página web https://saludoralynutricion.es/ donde se puede encontrar información detallada sobre esta cuestión tan relevante para la salud.

Fuerte vínculo

La salud nutricional requiere la provisión adecuada de vitaminas, minerales, fibra, agua, carbohidratos, proteínas, grasas y otros micronutrientes a las células y órganos para sustentar la vida.

Hay una fuerte asociación entre la nutrición y las condiciones de salud bucal con muchos factores interrelacionados. Por ejemplo, la desnutrición puede influir en el crecimiento maxilofacial y desarrollo de los componentes orofaciales, enfermedades dentales, de la mucosa oral e incluso propiciar el cáncer oral.

De manera similar, una mala salud bucodental puede afectar a la ingesta dietética diaria, lo que en consecuencia degrada el estado nutricional. Y es que existe un fuerte vínculo entre la desnutrición y la mala salud bucal. El deterioro de la salud bucal, como la incapacidad para masticar o tragar alimentos, la falta de dientes o la enfermedad periodontal, pueden repercutir negativamente a la ingesta (por ejemplo, consumir menos comidas o alimentos con menor valor nutricional), lo que lleva a un estado nutricional deficiente y, en consecuencia, a un mayor riesgo de desnutrición.

Según un estudio, los pacientes con salud bucal deficiente tenían un 54% más de probabilidades de estar desnutridos que aquellos con buena salud bucal. De esos pacientes desnutridos, el 41% no había visitado a un dentista en los últimos dos años.

A su vez, estar desnutrido o carecer de los nutrientes adecuados puede afectar negativamente la boca, aumentando el riesgo de problemas relacionados con la salud oral. Por ejemplo, en las enfermedades periodontales relacionadas con una mayor producción de especies reactivas de oxígeno, los nutrientes antioxidantes como las vitaminas A, C y E son importantes para mantener la salud periodontal. Estos antioxidantes se encuentran en muchas frutas, verduras y granos. Existe también una relación entre la ingesta de calcio y las enfermedades periodontales, y juega un papel crucial en la densidad en el hueso alveolar que soporta los dientes.

Además, cada edad presenta sus retos. Así, mientras en la infancia el problema puede ser la falta de vitaminas o nutrientes para una dentadura sana y fuerte, en la adolescencia son las caries o los trastornos alimenticios las cuestiones a tener en cuenta. Los adultos mayores corren un mayor riesgo de desnutrición y mala salud bucal. Además, en esta etapa de la vida muchos problemas tienen que ver con prótesis removibles, dolor o el uso de medicamentos que pueden causar desde boca seca hasta caries por su alto contenido en azúcar.

Por último, las enfermedades dentales impactan negativamente en la autoestima y en la calidad de vida en general. Por lo tanto, la identificación y el manejo de las condiciones de salud oral y los problemas relacionados con la nutrición son importantes para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas afectadas.

Fuente: Artículo publicado en el Diario La Razón.