El desconocido efecto de la enfermedad de las encías

Ocho de cada 10 adultos mayores de 35 años tienen algún tipo de enfermedad periodontal. La enfermedad periodontal o periodontitis es una condición inflamatoria crónica causada por bacterias que recubren la superficie de las raíces de los dientes. Si no se trata puede conducir a la pérdida de hueso alrededor de los dientes, infección y pérdida de dientes. El tratamiento consiste en la limpieza de los dientes por encima y por debajo de la línea de las encías y algunos casos más graves es precisa la cirugía. Además de su relación con las enfermedades cardiovasculares, ya demostrada, se ha descubierto que también se asocia con enfermedades como el alzhéimer o el infarto cerebral.

Lo acaba de advertir la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) y la Sociedad Española de Neurología (SEN) en un informe de consenso en el que se afirma que la periodontitis, no solo aumenta el riesgo de padecer ictus isquémico y demencia de tipo Alzheimer, sino que también se considera que diferentes intervenciones de salud oral pueden reducir el riesgo de sufrir estos desórdenes neurológicos.

El informe, señala la vicepresidenta de SEPA, Paula Matesanz, «muestra que la periodontitis aumenta el riesgo de padecer ictus isquémico y demencia de tipo Alzheimer».

En este sentido, resalta José Miguel Láinez, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), «marcadores de riesgo como la periodontitis son de gran ayuda para tratar de evitar, reducir o minimizar el impacto de estos desórdenes neurológicos».

De todas las enfermedades neurológicas, en este informe se han analizado las dos sobre las que existe una mayor evidencia científica de su relación con la periodontitis: la enfermedad cerebrovascular y la demencia. El informe reporta la evidencia desde tres puntos claramente definidos: la asociación epidemiológica entre la periodontitis y estas dos enfermedades neurológicas, los mecanismos biológicos que puedan explicar estas asociaciones y los estudios de intervención sobre el efecto del tratamiento periodontal como medida preventiva primaria o secundaria de ictus y demencia.

Atendiendo a los datos epidemiológicos extraídos de estudios evaluados en este informe, «se estima que las personas con periodontitis tienen 1,7 veces más riesgo de padecer demencia tipo Alzheimer y 2,8 veces más riesgo de sufrir un ictus isquémico que las personas periodontalmente sanas», destaca Yago Leira, periodoncista y coordinador del grupo de trabajo SEPA-SEN.

Ahora, apunta Ana Frank, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Paz (Madrid) e integrante del grupo SEPA-SEN «sería muy importante disponer de estudios epidemiológicos que confirmasen esta relación y, sobre todo, estudios que nos ayudasen a conocer en detalle los mecanismos implicados».

En este sentido, las sospechas giran, fundamentalmente, sobre la hipótesis inflamatoria; en concreto, como explica esta experta, «se especula que esta vinculación puede deberse al efecto inflamatorio que produce la periodontitis, una inflamación crónica y de bajo grado pero persistente en el organismo y que desencadena una cascada inflamatoria, que termina no sólo provocando consecuencias negativas a nivel neurológico sino también en otros órganos diana, lo que explicaría su incidencia también en la salud cardiovascular o la diabetes».

En concreto, en la enfermedad cerebrovascular isquémica, existe evidencia experimental sobre cómo la respuesta inmunoinflamatoria crónica de la periodontitis desencadenaría un estado protrombótico de hipercoagulabilidad y de disfunción del endotelio vascular que puede aumentar el riesgo de embolismo/trombosis cerebral.

En el caso de la enfermedad de Alzheimer, según detalla Leira, «multitud de estudios en animales han demostrado que las bacteriemias y endotoxemias que se producen en la periodontitis, junto con un estado de inflamación crónica de bajo grado, contribuyen de manera significativa al desarrollo de procesos neurodegenerativos involucrados en la disfunción cognitiva, como son la neuroinflamación y muerte neuronal, la formación de placa seniles por depósitos de péptidos de beta amiloide así como la aparición de ovillos neurofibrilares debido a la hiperfosforilación de la proteína Tau».

Actualmente no se cuenta con ensayos clínicos aleatorizados que estudien el impacto del tratamiento periodontal en la reducción del riesgo de padecer ictus y demencia, y tampoco existen estudios de intervención sobre prevención secundaria de estas patologías. Sin embargo, según se aclara en el informe SEPA-SEN, hay publicados diversos estudios observacionales en los que se sugiere que diferentes intervenciones de salud oral pueden reducir el riesgo de sufrir ictus o demencia.